viernes, abril 15, 2005

LA CIUDAD QUE AMO, LA CIUDAD QUE ODIO, LA CIUDAD EN LA Q UE VIVO

Mi lugar de nacimiento, mi tierra natal, ciudad musical, excelente vividero, ciudad en ruinas, ciudad de fiestas, ciudad de folclor, ciudad de trago, ciudad sucia, fea y desordenada, ciudad sin cultura, pueblo grande. Gente ibaguereña, gente linda y amable, mujeres hermosas, gente envidiosa y poco tolerante, gente prejuiciosa, chismosa con actitud siempre arribista y con tendencia muy marcada a olvidar quienes son y de donde provienen, gente inculta y propensa a aparentar lo que nunca han sido, lo que no son y lo que tal vez nunca serán, gente inculta y casi que incivilizada, gente sin identidad ni sentido de pertenencia, gente play, gente bien, las prepago del centro, Gente que se toma dos tragos y busca pelea con tod el mundo, Los locos de la tercera y sus alrededores, las putas y los travestís de la cuarta entre 16 y 19, los “monos” que limpian parabrisas y los saltimbanquis de los semáforos, ñeros, traquetos, lavaperros, levantados. El Tráfico imposible de las horas pico, el almuerzo en la casa, calles destrozadas, inseguridad, corrupción campante, obras inútiles y de poca calidad, mandatarios corruptos, estadio feo y a medio terminar, Cines en ruinas y llenos de ratas y chimbilas, electores estupidos y descriteriados. Clima delicioso, calor insoportable y bochorno asqueroso, lluvias inoportunas y esporádicas. Tamales de la gobernación, lechona de la plaza, tapa roja, mojicones de la go-go, empanada y avenas del yel, buena rumba, rumba barata, sitios bien, rumbeaderos “play” de corta y efímera existencia, gente, rumba y sitios repetidos cada fin de semana que hacen que cada vez que salimos a estos lugares nos sintamos en un eterno dejá vú, gente nada que ver en sitios “bien” y gente bien en sitios “nada que ver”, los sitios concebidos única y exclusivamente para la actividad que mas realizamos y adoramos: “ver y ser vistos” o “exhibirnos y mirar a quienes se exhiben” el pequeño y reducido centro de de Ibagué o “tontodromo” que llaman, los almacenes y las mercancías repetidas, el escaso comercio de esta ciudad que hacen que tengamos que comprar lo que haya y no lo que realmente queremos, la maldición de ser considerados como provincia y el cuanto que nos meten de ciudad en crecimiento para hacernos creer que nos venden lo de última moda,; cuando en realidad son elementos pasados de moda, de calidad “B” o de Outlet, los ocobos florecidos, la panorámica del nevado en las mañanas despejadas, la música tolimense que casi no se escucha, la buseta con vallenatos o con la emisora todo voumen, los buseteros y taxistas atravesados e iguazos, peatones imprudentes y temerarios, la siempre presente basura en el piso… en fin todos esos pequeños detalles que hacen que esta sea mi amada y a la vez odiada Ibagué: la ciudad en la que afortunada o desafortunadamente vivimos.
FABIAN GIOVANNY PEÑA ROJAS.
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